El pollo es un ingrediente común y protagonista en innumerables recetas como el pollo a la cerveza, al ajillo, al chilindrón, al curry, a la parmesana, al mole... En esta ocasión destacamos una de las recetas de nuestra tierra, el pollo a la catalana, donde desde Atípic os ofrecemos nuestra reinterpretación de este centenario y delicioso plato.
En nuestra versión proporcionamos el delicioso placer de disfrutar de uno de los platos más representativos de la cocina catalana con una precisa técnica en la selección y presentación de las cantidades de cada elemento emplatado.
Cada ingrediente cocinado a fuego lento armoniza de forma perfecta con la jugosidad de la carne de pollo, que previamente deshuesamos y cortamos en la proporción justa, ofreciendo a cada comensal la magnífica unión entre tradición e innovación en su máxima expresión.
Además de común, el pollo es un ingrediente extremadamente importante en la cocina de muchas culturas en todo el mundo. Su versatilidad, sabor suave y capacidad para adaptarse a una variedad de preparaciones culinarias lo convierten en una elección popular en innumerables platos.
Versatilidad culinaria: Se puede utilizar en una amplia gama de platos, desde asados y guisos hasta platos a la parrilla, fritos y al horno. Puede ser el ingrediente principal en una variedad de cocinas, como la italiana, china, mexicana, india y muchas otras.
Sabor suave y adaptable: Tiene un sabor suave que actúa como lienzo en blanco, lo que significa que puede adoptar fácilmente los sabores de las salsas, marinadas y especias con las que se cocine. Esto lo hace perfecto para una amplia variedad de estilos culinarios y perfiles de sabor.
Saludable y nutritivo: Es una fuente rica de proteínas magras, lo que lo convierte en una elección nutricionalmente sólida. Es bajo en grasas saturadas en comparación con otras carnes y es una excelente fuente de vitaminas y minerales esenciales como la niacina, la vitamina B6, el selenio y el fósforo.
Economía: Suele ser una opción de carne más económica en comparación con otras carnes, como el cerdo o el filete de res. Esto lo hace accesible para una amplia gama de consumidores y permite que los restaurantes ofrezcan opciones más asequibles en sus menús.
Aceptación cultural: En muchas culturas, el pollo se considera una carne de fácil acceso y es aceptable tanto en dietas diarias como en celebraciones especiales. Esto ha contribuido a su popularidad global.
Adaptabilidad a platos tradicionales: Se incorpora a muchos platos tradicionales en todo el mundo, lo que lo convierte en un elemento importante en la preservación de la herencia culinaria y cultural.
El pollo a la catalana es un plato tradicional y su historia se remonta a siglos atrás siendo un reflejo de la herencia culinaria de Cataluña, que se caracteriza por el uso de ingredientes frescos y locales, como aceite de oliva, hierbas aromáticas y productos agrícolas.
Cataluña tiene una ubicación geográfica que la coloca en el corazón de la cuenca mediterránea. Esto ha influido en su cocina dando mucho protagonismo a ingredientes como aceitunas, tomates, vino y aceite de oliva.
Este plato se cocina a fuego lento en una cazuela con una mezcla de ingredientes que incluyen frutas secas como pasas y ciruelas, nueces, piñones y a menudo se le añade vino tinto o blanco para dar sabor. La combinación de sabores dulces y salados es una característica distintiva de este plato.
A lo largo de los años, ha habido variaciones en la receta según la zona de Cataluña. Algunas áreas pueden agregar ingredientes adicionales o ajustar las especias según sus preferencias locales. Esta receta a menudo se asocia con celebraciones y festividades. Se sirve en ocasiones especiales y eventos familiares, lo que destaca su importancia en nuestra cultura culinaria.
A medida que nuestra gastronomía ha ganado reconocimiento internacional, el "pollo a la catalana" se ha convertido en un plato apreciado en todo el mundo y formando parte no tan solo de los menús de Cataluña sino de toda España y muchos Restaurantes internacionales la han incorporado a su libro de recetas en mucha ocasiones y como es nuestro caso, reinventando este magnífico plato.
En cuanto a su armonización mencionaros que esta receta se caracteriza por sus sabores complejos que combinan elementos dulces y salados, lo que la hace interesante para el maridaje con vinos y otras bebidas.
· Vino tinto: Dado que el este plato a menudo incluye ingredientes dulces como pasas y ciruelas, un vino tinto con cuerpo y taninos suaves puede ser una excelente elección. Un vino tinto de Cataluña, como un Priorat o un Montsant, puede complementar los sabores de este plato.
· Vino blanco: Si prefieres vino blanco, busca uno con un perfil de sabor más equilibrado y con una acidez moderada. Un Chardonnay o un Viognier pueden funcionar bien, ya que su frescura y toques frutales pueden contrastar con los sabores dulces del plato.
· Cava o vino espumoso: Cataluña es conocida por nuestra producción de cava, un vino espumoso similar al champán. Un cava brut o brut nature, seco o extra seco, puede ser una opción refrescante y elegante. La efervescencia y la acidez pueden ayudar a limpiar el paladar entre bocados.
· Vino de jerez: Un buen jerez seco, como un fino o un manzanilla, puede ser una elección intrigante. Los sabores salinos y de nueces de estos vinos pueden complementar los sabores del plato, especialmente si contiene frutos secos.
· Cerveza: Si prefieres la cerveza, una cerveza de trigo o una cerveza belga tipo witbier con sus toques cítricos y notas especiadas pueden ser una opción refrescante para acompañarlo.
· Agua con gas o sin gas: Para aquellos que prefieren no beber alcohol, un agua mineral con o sin gas es siempre una elección segura para limpiar el paladar y mantenerse hidratado mientras disfrutan de la comida.