En Restaurante Atípic, siempre buscamos llevar la tradición a otro nivel, y esta vez lo hemos hecho con uno de los platos más populares y queridos: la croqueta. Pero no hablamos de una croqueta cualquiera, sino del croquetón de calamar con crema de albahaca, una creación que combina la frescura del mar con la innovación de la cocina vanguardista.
LA MAGIA DEL CROQUETÓN: TRADICIÓN CON UN TOQUE MODERNO
Las croquetas han sido un símbolo de la gastronomía por generaciones. Originalmente concebidas como una receta de aprovechamiento en muchos hogares, hoy en día se han convertido en un auténtico manjar que triunfa en cualquier mesa, desde las más tradicionales hasta las más gourmet.
Lo que define una buena croqueta es, sin duda, una masa cremosa y llena de sabor, envuelta en un rebozado crujiente. Nuestro croquetón de calamar sigue esta premisa, pero lo eleva a un nuevo nivel.
EL SECRETO ESTÁ EN EL CALAMAR
El protagonista de este plato es el calamar fresco, un ingrediente estrella en muchas recetas de la cocina mediterránea. En Atípic, lo seleccionamos y limpiamos cuidadosamente para después cortarlo en pequeños trozos, que se integran en un sofrito de cebolla. El resultado es una masa con un sabor profundo, donde el calamar mantiene su textura suave y jugosa.
EL TOQUE JAPONÉS: EL PANKO
Para lograr una textura extra crujiente en el exterior, utilizamos panko, un pan rallado japonés conocido por su ligereza y su capacidad para crear un rebozado más aireado y dorado que el pan rallado tradicional.
Este ingrediente aporta ese crujido irresistible en cada bocado, marcando la diferencia en cada croquetón.
UN EMPLATADO QUE SORPRENDE
El croquetón de Calamar se sirve sobre una base de parmentier de albahaca, un puré suave y aromático que complementa a la perfección el sabor del calamar. Además, el plato se corona con mahonesa de cítricos y mahonesa de albahaca, dos acompañamientos que aportan frescura y matices ácidos, potenciando el sabor del croquetón y ofreciendo un equilibrio ideal entre las diferentes texturas y sabores.
MARIDAJE PERFECTO
Para disfrutar de este plato en toda su expresión, recomendamos acompañarlo de un vino blanco joven, preferiblemente un Albariño o un Verdejo, que con su acidez y notas frescas realzarán los sabores del mar y la cremosidad de la albahaca.
Si prefieres una opción sin alcohol, un agua con gas o una limonada de hierbas sería el complemento ideal, añadiendo un toque refrescante que juega con la intensidad del calamar y el toque cítrico del plato.
El croquetón de calamar con crema de albahaca no es solo un plato, es una experiencia que combina lo mejor de la cocina tradicional con técnicas y sabores modernos, fiel al espíritu innovador de Restaurant Atípic.
Es el ejemplo perfecto de cómo un bocado que nos recuerda a nuestra infancia puede transformarse en algo completamente nuevo y sorprendente.
Ven a descubrirlo en Atípic, donde lo tradicional y la vanguardia se encuentran en cada plato, para que disfrutes de una experiencia gastronómica única.